Un meteorito poco habitual encontrado en Argelia en 2012 ha
proporcionado a unos científicos información sobre la actividad
volcánica en Marte, y en particular sobre un volcán cuya actividad fue
radicalmente distinta a la de cualquier volcán conocido de la Tierra.
El meteorito marciano NWA 7635. (Foto: Mohammed Hmani)
El minucioso análisis geoquímico del meteorito, de unos 200 gramos,
etiquetado como Northwest Africa (NWA) 7635 y estudiado por el equipo
internacional de Marc Caffee, de la Universidad Purdue en la ciudad
estadounidense de West Lafayette, ha ayudado a determinar que en algún
momento de su historia de 4.500 millones de años, Marte tenía un volcán
en erupción prácticamente constante, una situación insólita que duró más
de 2.000 millones de años. “Jamás hemos visto nada parecido en la
Tierra”, recalca Caffee.
Hasta ahora, se han identificado como provenientes de Marte a más de
100 meteoritos pertenecientes a colecciones de todo el mundo. Estos
trozos de corteza marciana permiten estudiarla, y averiguar algunas
cosas sobre la historia del Planeta Rojo.
La menor atracción gravitatoria de Marte, combinada con su atmósfera
menos densa, facilita que ciertos fragmentos liberados durante impactos
sean expulsados de la superficie del planeta, alcanzado el espacio.
Desde allí, sin embargo, no existe un camino directo hacia desiertos
de la Tierra y otros lugares cuyas superficies monótonas y escasa
transformación del terreno permiten que bastantes de los meteoritos allí
caídos destaquen con gran claridad.
La ruta del viaje es compleja. Los fragmentos de rocas orbitan por
nuestro sistema solar durante cientos de miles (o millones) de años,
hasta que, para unos pocos de ellos, pasar relativamente cerca de un
planeta o sufrir alguna otra perturbación en su trayectoria, inicia un
proceso de alteración de órbita que, a lo largo de los siguientes miles
de años, coloca al fragmento en una ruta de colisión contra nuestro
planeta.
Una vez los meteoritos llegan a la Tierra, empiezan a degradarse en
el transcurso de decenas de miles de años, hasta que acaban siendo
irreconocibles como piedras extraterrestres a menos que sean encontrados
antes y reconocidos como los viajeros del espacio interplanetario que
son.
Marte es conocido por los volcanes más asombrosos que posee nuestro
sistema solar. El mayor, Olympus Mons, se halla precisamente en Marte.
Olympus Mons es un volcán en escudo, como los existentes en Hawái, pero
con una importante excepción: Olympus Mons es muchísimo más grande que
cualquiera de esos y de los demás de la Tierra: se trata de un volcán
monstruoso de 27 km de alto.
Los volcanes marcianos pueden crecer hasta proporciones tan enormes
porque, a diferencia de la Tierra, Marte no posee tectónica de placas,
que renueva constantemente la superficie. Así que un volcán, como el que
dio nacimiento a NWA 7635, puede lanzar material al exterior durante
miles de millones de años.
Los autores del nuevo estudio desconocen por ahora de dónde proviene
este meteorito en particular, si del Olympus Mons o de alguna otra
ubicación.
NCYT
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