Se ha logrado identificar, mediante el Telescopio Espacial Fermi de
Rayos Gamma de la NASA, los blazares de rayos gamma más lejanos de entre
todos los descubiertos hasta ahora.
Un blazar es, a grandes rasgos, un núcleo galáctico activo (por tener
un agujero negro masivo tragando materia en su centro), visto desde uno
de sus polos y que muestra variaciones rápidas en su potencia de salida
de radiación en intervalos cortos de tiempo. A medida que la materia
cae hacia el agujero negro supermasivo de la galaxia, parte de esa
materia es catapultada hacia el exterior a casi la velocidad de la luz,
en forma de chorros apuntando en direcciones opuestas. Cuando uno de los
chorros se dirige en dirección a la Tierra, la galaxia aparece
especialmente brillante y se la clasifica como un blazar.
La luz ahora recibida del objeto más lejano de este tipo empezó su
viaje hacia nosotros cuando el universo tenía 1.400 millones de años, o
casi el 10 por ciento de su edad actual.
A pesar de su juventud, estos blazares remotos albergan algunos de
los agujeros negros más masivos que se conocen. Que se desarrollaran tan
temprano en la historia cósmica desafía a las actuales ideas aceptadas
sobre cómo se forman y crecen los agujeros negros. El equipo de Roopesh
Ojha, del Centro Goddard Para el Vuelo Espacial, en Greenbelt, Maryland
(EEUU), intentará ahora encontrar más objetos como estos para intentar
averiguar más cosas sobre el proceso.
NCYT
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