En una pequeña galaxia cercana se ha descubierto una misteriosa nube
de gas y polvo en la cual se están formando más de un millón de
estrellas.
Este cúmulo estelar en formación está enterrado dentro de una
supernebulosa en una galaxia enana conocida como NGC 5253. El cúmulo
tiene mil millones de veces la luminosidad de nuestro Sol, pero es
invisible en luz ordinaria, ya que esta es interceptada por la envoltura
de polvo y gases calientes.
La cantidad de polvo que rodea a las estrellas es extraordinaria,
aproximadamente 15.000 veces la masa de nuestro Sol, y entre los
materiales de la nube figuran elementos como el carbono y el oxígeno.
"Nos quedamos atónitos", confiesa sobre el momento del hallazgo la
astrónoma Jean Turner, miembro del equipo internacional de investigación
y profesora de física y astronomía en la Universidad de California en
Los Ángeles (UCLA), Estados Unidos.
El cúmulo tiene unos 3 millones de años, lo cual en términos
astronómicos representa una juventud notable. Es probable que el cúmulo,
como tal, subsista durante más de 1.000 millones de años.
La Vía Láctea no ha formado cúmulos estelares gigantes durante miles
de millones de años. Aún está formando nuevas estrellas, pero ni mucho
menos en un número tan elevado. Algunos astrónomos creían que tales
cúmulos estelares gigantes pudieron formarse tan solo en el universo
temprano.
La Vía Láctea tiene nubes de gas, pero nada comparable a la Nube D de
esta galaxia, que alberga al enorme cúmulo estelar rodeado de un espeso
manto de gas y polvo.
NCYT
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