Los astronautas estadounidenses Peggy Whitson y Jack Fischer tuvieron
que hacer una salida al exterior no programada el 23 de mayo para
sustituir una unidad MDM que había fallado inesperadamente. La excursión
extravehicular (EVA) duró solo 2 horas y 46 minutos.
La unidad afectada se llama EXT-1 MDM y se utiliza para controlar
diversos equipos externos en el segmento estadounidense. Situada en la
zona S0, tenía la función, entre otras, de hacer girar los paneles
solares. Esta operación ha sido trasladada a la unidad de reserva, la
EXT-2. Para restaurar lo antes posible la redundancia, la NASA decidió
efectuar una nueva salida extravehicular. Lo intrigante del caso es que
la EXT-1, después de funcionar durante más de una década sin problemas,
recibió durante la anterior EVA un nuevo sistema llamado EPIC. La EXT-2
también falló, en 2014, y fue reemplazada posteriormente. La nueva caja
electrónica fue preparada por los astronautas a partir de recambios
disponibles a bordo, que tendrán que ser reenviados en un futuro vuelo
de suministros.
Así pues, Whitson y Fischer salieron desde el módulo Quest a las
07:20, hora de Florida, con el objetivo principal de efectuar la tarea
de reemplazo. De ello se ocuparía Whitson, mientras que Fisher
instalaría un par de antenas en el módulo Destiny para mejorar las
comunicaciones de las futuras salidas extravehiculares, algo que debía
haberse hecho durante la anterior EVA, el 12 de mayo.
Completadas ambas actividades, los dos astronautas regresaron al
módulo Quest, concluyendo su salida a las 10:06, hora de Florida.
Llevaron consigo la unidad MDM que había fallado, la cual será examinada
con posterioridad.
NCYT
No hay comentarios