Con el descubrimiento de siete planetas de tamaño terrestre alrededor
de la estrella TRAPPIST-1, a 40 años-luz de distancia, y tres de ellos
en la franja orbital habitable, los astrónomos piensan ya en el uso del
inminente Telescopio Espacial James Webb para intentar descubrir si
alguno de ellos podría albergar vida.
Estos son los mejores planetas de tamaño terrestre que podrá
caracterizar dicho telescopio, en palabras de la física Hannah Wakeford,
del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA en Greenbelt,
Maryland, Estados Unidos. Aquí, ingenieros y científicos están
actualmente sometiendo a las últimas pruebas al telescopio Webb, que
podrá escrutar en la banda infrarroja a dichos mundos, con una potencia
de resolución más allá de las capacidades de cualquier otro telescopio
existente. El Webb aumentará inmensamente la información que tenemos de
estos planetas. Con su cobertura de longitud de onda ampliada, podremos
ver si las atmósferas de esos mundos tienen agua, metano,
monóxido/dióxido de carbono y/o oxígeno.
Cuando se busca un planeta capaz de sostener vida, hay que averiguar
muchas más cosas además de su tamaño y la distancia que lo separa de su
estrella. Poder detectar las proporciones relativas de las citadas
sustancias en la atmósfera de un planeta sería un paso decisivo a la
hora de determinar si este podría albergar vida.
Tras su lanzamiento, previsto para 2018, uno de los objetivos
principales del Webb será emplear la espectroscopía, una técnica para
analizar la luz separándola en longitudes de onda distintas que nos
permite identificar la huella dejada en ella por cada sustancia química
(por sus firmas específicas de longitud de onda). La alta sensibilidad
espectral del Webb permitirá identificar muchos compuestos atmosféricos
de exoplanetas (planetas de fuera de nuestro sistema solar). El Webb
buscará especialmente biomarcadores químicos, como el ozono y el metano,
que pueden ser creados a partir de procesos biológicos. El ozono, que a
la altitud adecuada nos protege aquí en la Tierra de la dañina
radiación ultravioleta del Sol, se forma a menudo de modo natural en
procesos en los cuales interviene de modo destacado el oxígeno producido
por organismos fotosintéticos (como vegetales y fitoplancton). Dado que
el ozono es muy dependiente, a la hora de formarse por medios
naturales, de la existencia de organismos, el Webb lo buscará en las
atmósferas extraterrestres como un posible indicador de vida. También
podrá buscar metano, otro indicador potencial de actividad biológica.
NCYT


No hay comentarios