Esta imagen de Cassini nos muestra a Júpiter desde un punto de vista poco habitual. Si pudieses flotar justo debajo del gigante gaseoso y mirases hacia arriba, te sorprendería este espectáculo de anillos rojos, marrones y blancos rodeando al difuso polo sur. Las bandas concéntricas multicolor están interrumpidas en varios sitios por importantes sistemas climáticos como la famosa Gran Mancha Roja, visible cerca de la esquina superior izquierda, por caóticas formaciones nubosas y por puntos pálidos. En muchas de estas zonas más claras hay tormentas con una fuerte actividad eléctrica.
El clima en Júpiter es bastante dramático – el eje de este planeta no está tan inclinado como el de la Tierra, por lo que no presenta cambios estacionales significativos, pero cuenta con una densa atmósfera plagada de caóticos sistemas de nubes y de fuertes tormentas.
Estas nubes, formadas por densas capas de cristales de amoniaco, están estiradas, deformadas y enmarañadas por la fuerte y turbulenta circulación atmosférica de Júpiter, generando vórtices y tormentas huracanadas con vientos de hasta 360 kilómetros por hora.
La Gran Mancha Roja es en realidad un anticiclón que lleva varios siglos girando violentamente. En un momento llegó a ser tan grande que podría albergar en su interior a varios planetas del tamaño de la Tierra, pero las últimas imágenes del Telescopio Espacial Hubble muestran que se está encogiendo. Podemos encontrar otras tormentas igual de impresionantes tanto en la fría atmósfera superior de Júpiter como en sus capas más bajas y cálidas, entre las que destacan la Gran Mancha Oscura y el Óvalo Blanco BA, apodado cariñosamente como la Pequeña Mancha Roja.
El polo sur de Júpiter se encuentra justo en el centro de esta imagen, donde aparece como un turbio círculo grisáceo. Esta zona cuenta con menos nivel de detalle porque Cassini tenía que observarla desde un ángulo mucho más oblicuo, atravesando una mayor distancia a través de la neblina atmosférica.
Este mapa está compuesto por 18 imágenes en color tomadas por la cámara de campo estrecho de la sonda Cassini de la NASA durante su aproximación de los días 11 y 12 de diciembre del año 2000. El nivel de detalle es impresionante: se pueden distinguir formaciones nubosas de apenas 120 kilómetros de diámetro. Cassini también obtuvo un mapa del polo norte del planeta. En 2016, la sonda Juno de la NASA llegará a Júpiter y continuará estudiando la atmósfera del gigante gaseoso.
La misión Cassini-Huygens, lanzada en 1997 como un proyecto conjunto de la ESA, la NASA y la agencia espacial italiana ASI, pasó cerca de Venus, la Tierra y Júpiter en camino hacia Saturno para estudiar sus anillos y sus lunas. Las observaciones de esta misión nos están ayudando a comprender mucho mejor el sistema de Saturno. La misión Juice de la ESA pretende hacer algo similar en el sistema de Júpiter. Su lanzamiento está previsto para el año 2022, con lo que llegaría a Júpiter en 2030 para estudiar el planeta y tres de sus lunas – Ganimedes, Calisto y Europa. Se tiene la sospecha de que algunas de ellas podrían albergar océanos líquidos bajo su superficie, pudiendo presentar condiciones favorables para la existencia de vida.
Recientemente Juice ha recibido luz verde para pasar a la siguiente fase de desarrollo.
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