En los próximos días el vehículo Curiosity de la NASA perforará una roca marciana para analizar su contenido, una operación pionera en el planeta rojo. El lugar elegido es un lecho rocoso con indicios del pasado húmedo de Marte. Los ingenieros están confirmando que el viaje hasta ese lugar no supone un peligro para el rover.
"La perforación de la roca para recoger una
muestra va a ser el mayor reto de la misión desde el aterrizaje", señala
Richard Cook, investigador del Jet Propulsion Laboratory (EEUU) y
responsable del proyecto que ha llevado a Curiosity al planeta rojo.
“Esto nunca se ha hecho en Marte”.
El
científico advierte que el taladro interactuará con energía con un
material marciano que no pueden controlar, “por lo que no se sorprendan
si algunas fases del proceso no salen exactamente según lo previsto”.
Las
operaciones se llevarán a cabo en un lecho de rocas, planas y con unas
características venas blanquecinas, situado en una pequeña depresión
conocida como Yellowknife Bay. Hacia allí se dirige ya el Curiosity,
mientras los ingenieros certifican que el viaje no representa un riesgo
para el vehículo.
"Las venas de las rocas
probablemente están compuestas de sulfato de calcio hidratado, como yeso
o basanita" dice Nicolas Mangold, miembro del equipo y científico del
Laboratoire de Planétologie et Géodynamique en Nantes (Francia). "Y en
la Tierra, su formación requiere la presencia de agua que circule por
las fracturas".
El terreno elegido difiere del
lugar de aterrizaje, el cauce seco de un río situado a unos 500 metros
hacia el oeste. El equipo ha decidido el punto de la primera perforación
porque las observaciones de los satélites que orbitan Marte muestran
aquí un suelo fracturado que cada noche se enfría más despacio que el
terreno circundante.
"Esta zona tiene un tipo
diferente de ambiente húmedo que el lecho del río seco donde
aterrizamos”, dice John Grotzinger, científico del proyecto, “así que
tal vez haya varios tipos de ambientes húmedos diferentes”.
La cámara del mástil de Curiosity y otros instrumentos han revelado que, además de las venas claras, esta zona rocosa presenta características “inesperadas” como estructuras nodulares, capas estratificadas, incrustaciones brillantes en la arenisca y, posiblemente, también algunos agujeros en el suelo.
El lugar elegido para la perforación se ha bautizado con el nombre de John Klein, en honor al ex subdirector de proyecto de esta misión, que falleció en 2011.
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