Durante los próximos días se producirá uno de los acontecimientos celestes más bellos del año: la Luna llena de septiembre o Luna de la cosecha. Se trata de una Luna que se puede ver más grande de lo normal, debido a una ilusión óptica causada por la atmósfera, y en tonos rojizos, ya que sale sincronizada con la puesta de Sol. Son los únicos días del año en que no hay oscuridad y la Luna brilla toda la noche.
Según han explicado los astrónomos, este episodio se produce los días antes de la llegada del equinoccio de otoño, que tiene lugar el próximo domingo, y cuando los días y las noches tienen prácticamente la misma duración.
Si durante el resto del año el satélite de la Tierra puede retrasar su salida hasta casi una hora después de que el Sol se ponga, la Luna de la cosecha se eleva casi al mismo tiempo en que la estrella desaparece. El cielo de esta época se caracteriza por su color rojo iluminado por la luz de la Luna, creando una estampa única.
Además, los astrónomos aficionados también podrán observar estos días de Venus y Saturno, que tendrán un encuentro cercano en el cielo. La claridad de estas noches permitirá, además, que este fenómeno se pueda ver solo con unos prismáticos, han explicado los expertos.
ELMUNDO.es
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