La comunidad científica encontró un tesoro al analizar un meteorito que
fue recogido meses atrás en las afueras de Lotus, California, en un
terreno localizado en las Montañas de Sierra Nevada. A la zona donde el
meteorito fue hallado se la conoce como Sutter’s Mill por el antiguo
aserradero propiedad de John Sutter y James W. Marshall, ubicado en la
misma zona donde en 1848 se encontró la primera pepita de oro que marcó
el inicio de la “fiebre del oro”.
La rápida localización de
fragmentos del meteorito permitió estudiar por vez primera a un objeto
arcaico de su clase que no ha estado sometido a una larga exposición al
ambiente de la Tierra, proporcionando de este modo la información más
fiable obtenida hasta ahora de la superficie de un asteroide primitivo
de esa clase.
Un equipo internacional de 70 investigadores ha presentado los resultados de su exhaustivo análisis.
La roca extraterrestre de unos tres metros llegó con una velocidad del doble de la velocidad de caída de un meteorito típico.
Con
una velocidad calculada en 103.000 kilómetros por hora (64.000 millas
por hora), la roca cósmica causó el mayor impacto sobre la Tierra desde
el impacto del asteroide 2008 TC3, de cuatro metros de tamaño, sobre
Sudán hace cuatro años.
A partir de fotografías y vídeos del
objeto cuando su aspecto era el de una bola de fuego, el equipo de Peter
Jenniskens, del Instituto SETI en Mountain View, California, y el
Centro de Investigación Ames de la NASA, en Moffett Field, California,
calculó que la roca se acercó en una inusual órbita de inclinación baja,
casi como la típica de muchos cometas, y que llegó a la órbita de
Mercurio, pasando más cerca del Sol que cualquier otro meteorito del que
se haya registrado fehacientemente su caída.
Ahora se considera
que una buena candidata a fuente de los meteoritos con la composición
química del de Sutter’s Mill es la familia de asteroides Eulalia.
Después
de que la roca asteroidal se fragmentó en la atmósfera, el radar
meteorológico detectó brevemente una lluvia de meteoritos que caían
sobre la zona de los municipios de Coloma y Lotus en California. Esto
permitió encontrar con suma rapidez fragmentos del meteorito original.
De las aproximadamente 45 toneladas (unas 100.000 libras) que se le
calcula a la masa de la roca asteroidal, se logró encontrar menos de un
kilogramo en el suelo, en forma de 77 pequeños meteoritos. El más grande
fue de 205 gramos. Algunos de los meteoritos más importantes para el
análisis fueron encontrados por equipos de búsqueda de voluntarios
liderados por Jenniskens.
Entre los objetivos de exploración de
la NASA y la agencia espacial japonesa (JAXA) se incluyen asteroides de
composición geoquímica similar a la de la roca de Sutter’s Mill, por lo
que ésta ofrece una valiosa e inusual oportunidad de predecir lo que
esas misiones espaciales pueden encontrar.
El meteorito de
Sutter's Mill tiene las mismas propiedades de reflectancia que el
asteroide 1999 JU3, del tipo de los que pasan cerca de la Tierra y que
es el objetivo de la misión de la sonda espacial Hayabusa 2, una misión
de retorno de muestras que está siendo preparada actualmente por la
agencia espacial japonesa, la JAXA.
La celeridad con que se
localizaron y recogieron los trozos del meteorito original dio como
resultado la detección de compuestos que desaparecen con rapidez una vez
que un meteorito alcanza la superficie de la Tierra.
Se detectó
una amplia gama de compuestos que contienen carbono, los cuales
rápidamente reaccionan con el agua cuando entran en contacto con el
medio ambiente terrestre. Se cree que buena parte de los átomos de
carbono en nuestro propio cuerpo y en muchas otras estructuras de
nuestro mundo pudieron ser traídos a la Tierra por asteroides de esta
clase arcaica, en las primeras etapas de la historia de nuestro planeta.
NCYT
Home
»
Asteroides
»
Astronomia
»
Noticias
»
Reconstruyen la espectacular historia de una roca espacial
No hay comentarios