Un grupo de científicos tuvo que esperar más de 100 días para poder
contemplar de nuevo, tras emerger de detrás del Sol, las señales dejadas
por la primera fusión confirmada entre estrellas de neutrones.
La espera valió la pena ya que fueron premiados con la primera
visualización confirmada de un chorro de material que aún estaba
surgiendo del objeto resultante de la fusión (o de sus inmediaciones),
exactamente 110 días después de que se observara por primera vez el
suceso cataclísmico inicial de la fusión. Sus observaciones confirman
una predicción clave sobre lo que sucede tras una fusión de estrellas de
neutrones.
La fusión, llamada GW170817, identificada por la ráfaga de ondas
gravitacionales del mismo nombre, sucedió a 130 millones de años-luz de
distancia, en una galaxia denominada NGC 4993. Ambas estrellas de
neutrones integraban un sistema binario (pareja).
En ondas gravitacionales, la fusión fue detectada por el Adv-LIGO
(Advanced Laser Interferometer Gravitational-Wave Observatory). Pero
también se detectó por el estallido de rayos gamma que se emitió en el
acontecimiento. Posteriormente, se convirtió en la primera fusión de
estrellas de neutrones observada y confirmada por la astronomía visual.
Después de unas pocas semanas, el objeto nacido de la fusión quedó
tapado por el resplandor de nuestro Sol, desde nuestra perspectiva
visual, ocultándose así de los astrónomos, hasta que volvió a emerger,
110 días después del suceso de fusión. Fue en ese momento cuando el
equipo de Joe Lyman y Andrew Levan, ambos de la Universidad de Warwick
en el Reino Unido, consiguió ver que el nuevo objeto astronómico estaba
generando todavía un potente rayo de luz en una dirección que, si bien
estaba descentrada respecto a la Tierra, estaba empezando a extenderse
en nuestra dirección. Esta observación se realizó mediante el Telescopio
Espacial Hubble.
Poco después de la fusión, los astrónomos apreciaron luz visible
generada por la desintegración radiactiva de grandes cantidades de
elementos pesados. Más de cien días más tarde, esto ya había
desaparecido, pero a cambio comenzó a observarse un chorro de material
eyectado a casi la velocidad de la luz. Esto es bastante distinto de lo
que algunos científicos habían predicho, que el material no saldría en
forma de chorro sino en todas direcciones.
NCYT
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