La semana que viene, el orbitador de ExoMars dedicará dos días a
realizar importantes mediciones de calibración, necesarias para la fase
científica de la misión que comenzará el próximo año.
El Satélite para el estudio de Gases Traza (TGO), fruto de la
colaboración entre la ESA y Roscosmos, llegó al Planeta Rojo el 19 de
octubre. Durante dos órbitas dedicadas el pasado noviembre, sus
instrumentos científicos efectuaron las primeras mediciones de calibración
desde su llegada a Marte, incluyendo imágenes del planeta y de una de
sus lunas, Phobos, así como análisis espectrales de la atmósfera
marciana.
En aquel momento, el orbitador estaba trazando una amplia elipse que lo
llevó desde una altitud entre 230 y 310 km por encima de la superficie
marciana hasta una distancia de 98.000 km cada 4,2 días.
La misión científica principal comenzará una vez alcance la órbita casi
circular, a unos 400 km sobre el planeta, tras un año de ‘aerofrenado’
en el que hará uso de la atmósfera para decelerar y cambiar su órbita
gradualmente.
A principios de este año, como preparación para la fase de aerofrenado,
el TGO llevó a cabo una serie de maniobras para modificar casi 74º el
ángulo de su trayectoria respecto al ecuador del planeta. Así, pasó de
la órbita de llegada, casi ecuatorial, a una que más bien sobrevuela los
hemisferios norte y sur.
Esta inclinación permitirá optimizar la cobertura de la superficie
marciana por parte de los instrumentos científicos, manteniendo a la vez
una buena visibilidad para retransmitir los datos de cualquier módulo
de aterrizaje actual o futuro, incluido el robot explorador ExoMars que
será lanzado en 2020.
No obstante, antes de que el 15 de marzo comience la fase de
aerofrenado, que durará un año, los equipos científicos ahora vuelven a
tener la oportunidad de realizar importantes mediciones de calibración,
centrándose sobre todo en ensayos para comprobar la orientación y el
seguimiento de los instrumentos, pero esta vez desde la nueva órbita.
La nueva órbita de una día del TGO va desde los 37.150 km en el punto
más alejado hasta una distancia de 200 km de la superficie del planeta
en el punto más cercano, lo que también permitirá tomar algunos de los
primeros planos más cercanos de la misión.
Los dos conjuntos de espectrómetros del TGO efectuarán observaciones de
calibración preliminares el 28 de febrero y el 1 de marzo, cuando los
instrumentos de la nave estén mirando hacia Marte, mientras que la
campaña principal tendrá lugar entre el 5 y el 7 de marzo y abarcará dos
órbitas completas.
Durante la campaña principal, los espectrómetros podrán probar otro modo
operativo, realizando un barrido hacia el horizonte con la luz del sol
dispersada por la atmósfera.
Al observar cómo la luz es influida por la atmósfera, los científicos
podrán analizar los componentes de la atmósfera marciana, que es el
objetivo científico principal del TGO.
De hecho, la finalidad del TGO es realizar un inventario detallado de la
atmósfera, en particular de aquellos gases presentes en cantidades
mínimas. Resulta de especial interés el metano, que en la Tierra se
produce sobre todo por actividad biológica o procesos geológicos, como
ciertas reacciones hidrotermales.
La nave también buscará agua o hielo bajo la superficie, y ofrecerá
imágenes contextuales en color y estereoscópicas de las formaciones
superficiales, incluyendo aquellas que pudieran estar relacionadas con
posibles fuentes de gases traza.
Durante las próximas observaciones, además de apuntar directamente a la
superficie del planeta, la cámara realizará importantes mediciones de
calibración del cielo oscuro y del campo estelar.
Entre tanto, el detector de neutrones del TGO permanecerá encendido durante las dos órbitas para calibrar el flujo de fondo.
“Es genial poder introducir estas importantes observaciones en el apretado programa de preparativos para la fase de aerofrenado —admite Håkan Svedhem, científico del proyecto TGO de la ESA—. Durante el aerofrenado, los equipos científicos podrán utilizar estas mediciones de calibración esenciales para optimizar los preparativos de cara a la misión principal, que comenzará al llegar a la órbita científica el año que viene”.
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