Aunque no podemos notarlo, nos encontramos en constante movimiento:
la Tierra gira sobre su eje de rotación a unos 1.600 km/h; además,
orbita alrededor del Sol a unos 100.000 km/h; el Sol, y con él todos los
planetas y demás astros de nuestro sistema solar, orbita en torno al
centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, a unos 850.000 km/h, y esta
última y su compañera, la galaxia de Andrómeda, se mueven respecto al
universo en expansión a unos 2 millones de km/h (630 km/s). Pero ¿qué
está impulsando la carrera de la Vía Láctea a través del espacio?
El Atractor del supercúmulo de galaxias
de Shapley, el Gran Atractor, y la región de baja densidad. (Foto:
Institut de recherche sur les lois fondamentales de l'Univers / Yehuda
Hoffman, Daniel Pomarède, R. Brent Tully & Hélène M. Courtois: "The
dipole repeller", Nature, 2017)
Hasta ahora, los científicos suponían que nos está atrayendo una
región densa del universo, tal como la gravedad hizo caer a la manzana
de Newton hacia el suelo. Se llamó “Gran Atractor” al “principal
sospechoso” inicial, una región de media docena de ricos cúmulos de
galaxias a 150 millones de años-luz de la Vía Láctea. Poco después, la
atención se desvió a una zona con más de dos docenas de grandes cúmulos
de galaxias, el supercúmulo de galaxias de Shapley, también conocido
como Concentración de Shapley, situado unos 600 millones de años-luz más
allá del Gran Atractor.
Ahora, el equipo internacional de Yehuda Hoffman de la Universidad
Hebrea de Jerusalén en Israel ha llegado a la conclusión de que nuestra
galaxia no solo está sufriendo un tirón, sino que también la están
repeliendo.
En su nuevo estudio, Hoffman y sus colegas han investigado una región
muy grande y previamente desconocida en nuestro vecindario
extragaláctico. Básicamente desprovista de galaxias, este enorme vacío
ejerce una fuerza de repulsión sobre nuestro Grupo Local de Galaxias.
Cartografiando en 3D el flujo de galaxias a través del espacio, los
autores del nuevo estudio hallaron que nuestra Vía Láctea se está
alejando cada vez más de la citada región de baja densidad. Además de
ser atraídos por el supercúmulo de galaxias de Shapley, también estamos
siendo empujados y apartados de la región de baja densidad recién
descubierta. Ambos tipos de movimiento tienen una importancia comparable
en nuestra ubicación cósmica.
La presencia de dicha región de baja densidad había sido sugerida con
anterioridad, pero confirmar la ausencia de galaxias a través de
observaciones era demasiado complicado. En este nuevo estudio, los
investigadores de Israel, Francia y Estados Unidos han conseguido
deducirlo de manera indirecta, basándose en las velocidades de las
galaxias alrededor de la Vía Láctea.
NCYT
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