Hace unos 4.600 millones de años, una enorme nube de gas hidrógeno y
polvo se concentró más y más sobre sí misma debido a su propia gravedad,
convirtiéndose finalmente en un disco aplanado de vida efímera pero
fructífera al que llamamos nebulosa solar. La mayor parte del material
se comprimió en el centro del disco provocando así la formación del Sol,
y parte del gas y polvo restantes de la nebulosa solar se condensaron
en otras concentraciones de materia propiciando la formación de la
Tierra, los demás planetas y el resto de astros de nuestro sistema
solar.
Estudiando las magnetizaciones
remanentes en ciertos meteoritos primitivos, los autores del nuevo
estudio han deducido durante cuánto tiempo existió la nebulosa solar.
(Imagen: Hernan Canellas)
Ahora, unos científicos han hecho una estimación sobre por cuánto
tiempo existió como tal la nebulosa solar. Ese periodo fue breve, pero
durante el mismo se llevó a cabo buena parte de la evolución del sistema
solar.
Esta nueva estimación presentada por el equipo internacional de
Benjamin Weiss y Huapei Wang, del Instituto Tecnológico de Massachusetts
(MIT) en Estados Unidos, sugiere que los planetas gigantes gaseosos
Júpiter y Saturno debieron formarse durante los primeros 4 millones de
años del proceso de creación del sistema solar. Además, al término de
ese plazo, y habiéndose formado en órbitas muy distintas de las
actuales, debieron haber completado ya para entonces su migración hacia
posiciones orbitales mucho más similares a las actuales.
Así pues, sucedieron muchas cosas al principio de la historia del
sistema solar, tal como destaca Weiss. Por supuesto, los planetas
evolucionaron después de eso, pero la estructura a gran escala del
sistema solar quedó ya esencialmente establecida en los primeros 4
millones de años.
Estudiando las orientaciones magnéticas de muestras prístinas de
antiguos meteoritos que se formaron hace 4.653 millones de años, el
equipo de investigación ha determinado que la nebulosa solar duró
aproximadamente entre 3 y 4 millones de años. Esta es una cifra más
precisa que estimaciones anteriores, que ofrecían un plazo de entre 1 y
10 millones de años.
NCYT
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