El Telescopio Fermi de Rayos Gamma de la NASA ha encontrado una señal
en el centro de la vecina galaxia de Andrómeda que podría indicar la
presencia del material enigmático que llamamos materia oscura. La señal
de rayos gamma es parecida a una captada por el Fermi en el centro de
nuestra propia galaxia, la Vía Láctea, aunque con algunas diferencias
peculiares.
El exceso de rayos gamma (mostrado en
amarillo-blanco) en el corazón de M31 sugiere que algo inesperado está
ocurriendo en la región central de la galaxia. La señal podría ser
producida por una población de púlsares o por una concentración notable
de materia oscura. (Foto: NASA/DOE/Fermi LAT Collaboration y Bill
Schoening, Vanessa Harvey/REU program/NOAO/AURA/NSF)
Los rayos gamma son la forma de radiación electromagnética o luz con
mayor energía, y son producidos por los fenómenos más energéticos del
universo. Son habituales en galaxias como la nuestra porque los rayos
cósmicos, partículas que se mueven a casi la velocidad de la luz, los
producen cuando interactúan con nubes de gas interestelar y luz estelar.
Sorprendentemente, los últimos datos del Fermi muestran que la
emisión de rayos gamma en la galaxia de Andrómeda, también conocida como
M31, está confinada en el centro de la galaxia, en vez de estar
esparcida por toda ella. Los científicos plantean dos explicaciones
potenciales para el misterio.
El equipo de Pierrick Martin, del Instituto de Investigación en
Astrofísica y Planetología de Toulouse, Francia, cree que una de esas
posibles explicaciones podría ser una concentración de materia oscura,
una forma no visible de materia cuya presencia hasta ahora solo se ha
detectado a través de sus efectos gravitatorios. A día de hoy, su
naturaleza sigue siendo un total misterio, pese a que esta exótica
materia es mucho más abundante en el universo que la materia normal (la
materia convencional que vemos a nuestro alrededor).
Se estima que la materia oscura tiende a acumularse en las regiones más internas de la Vía Láctea y de otras galaxias.
Otra posible fuente para esta anomalía en la emisión de rayos gamma
de la galaxia de Andrómeda podría ser una rica concentración de púlsares
en su zona central. Estas estrellas de neutrones de rotación rapidísima
pueden llegar a duplicar la masa del Sol y se hallan entre los objetos
más densos del universo. Una cucharadita de materia de estrella de
neutrones pesaría unos mil millones de toneladas en la Tierra. Algunos
púlsares emiten casi toda su energía en la banda de los rayos gamma.
Dado que M31 se halla a 2,5 millones de años-luz, cerca en términos
intergalácticos pero lejos para captar detalles que permitan localizar
con facilidad púlsares individuales.
NCYT
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