Un nuevo estudio estadístico sobre los planetas de otros sistemas
solares detectados en los últimos años mediante una técnica basada en lo
que se conoce como efecto de microlente gravitacional sugiere que los
mundos con una masa semejante a la de Neptuno son probablemente el tipo
más común de planeta formado en los gélidos sectores exteriores de los
sistemas solares. El estudio proporciona la primera indicación sobre los
tipos de planetas que más abundan en la periferia de los sistemas
solares, lugar donde los científicos sospechan que los planetas se
forman de manera más eficiente.
Ilustración de un exoplaneta con una
masa semejante a la de Neptuno. Se trata de una clase de planetas que
podría ser la más habitual en las heladas regiones periféricas de los
sistemas solares. (Imagen: NASA/Goddard/Francis Reddy)
Al contrario de lo indicado por algunas predicciones teóricas, el
análisis de datos de observaciones realizado por el equipo de Daisuke
Suzuki y David Bennett, del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la
NASA en Greenbelt, Maryland, Estados Unidos, indica que, en la franja
orbital más alejada de la estrella anfitriona, los planetas más comunes
tienden a poseer masas similares a la de Neptuno. Por ejemplo, este tipo
de planetas de masa neptuniana en estas órbitas exteriores son 10 veces
más comunes que los de masa joviana en órbitas semejantes a las de
nuestro Júpiter.
El fenómeno de microlente gravitacional se nutre de los efectos de
desviación de la luz provocados por los objetos muy masivos. El
mecanismo está pronosticado por la teoría de la relatividad de Einstein.
El fenómeno sucede cuando una estrella en primer plano, la lente, se
alinea aleatoriamente con una distante estrella en segundo plazo, la
fuente, desde la perspectiva visual de la Tierra. A medida que la
estrella que produce el efecto de lente se mueve por su órbita siguiendo
una trayectoria alrededor del centro de la galaxia, la alineación entre
la fuente y la lente varía en cuestión de semanas o incluso días,
cambiando el brillo aparente de la fuente. El patrón preciso de estos
cambios proporciona a los astrónomos pistas sobre las características de
la estrella que causa el efecto, incluyendo rasgos de planetas que
estén en órbita a ella.
NCYT
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