En sus jornadas de trabajo en el cráter Gale de Marte, el robot
Curiosity –que lleva en el planeta rojo desde agosto de 2012 en el marco
de la misión MSL de la NASA– se ha encontrado con unas estructuras
geológicas inesperadas. Ninguna misión previa las había fotografiado, ni
desde suelo marciano ni desde su órbita.
Vista general obtenida con la Mastcam
del rover Curiosity mostrando el área de Marias Pass, una de las zonas
donde se han encontrado estas chimeneas. (Foto: NASA/ JPL-Caltech/MSSS)
“Se trata de pequeñas secciones superficiales de estructuras cilíndricas o chimeneas verticales, que son demasiado pequeñas para ser detectadas con imágenes orbitales”, explica Jesús Martínez Frías, investigador del Instituto de Geociencias IGEO, centro mixto de la Universidad Complutense de Madrid y el CSIC (España) y miembro del equipo científico del Curiosity.
En un estudio publicado en Geology y destacado en su portada de
enero, un equipo internacional de científicos del que forma parte el
geólogo ha analizado las imágenes enviadas por el rover y las ha
comparado con estructuras similares de la Tierra.
En Australia, Colorado y Santa Cruz (EEUU) existen algunas formas muy
parecidas, pero también en España. “Tenemos ejemplos morfológicamente
similares de este tipo de chimeneas en la zona del sistema hidrotermal
del Jaroso, en Las Herrerías (Almería)”, afirma el geólogo.
Las imágenes enviadas por Curiosity revelan un tipo de estructuras
inéditas en el planeta, que se localizan en tres zonas diferentes del
cráter Gale: Yellowknife Bay, Dingo Gap y Marias Pass. Todas ellas
tienen un diámetro máximo de unos setenta centímetros, con bordes de
cementación (por la huella de los fluidos) y capas concéntricas o
irregulares.
“Los minerales y la geoquímica varían ligeramente en las formaciones de las tres zonas”, apunta el investigador. Así, aunque todas están compuestas por minerales de la arcilla y basálticos, existen variaciones geoquímicas en el sustrato de los contenidos en sílice, magnesio, titanio, hierro y en los niveles de hidratación.
En cuanto al proceso de formación de las chimeneas y a las causas de
su casi total desaparición, los científicos barajan diferentes
posibilidades, como impactos, terremotos, hidrotermalismo o colapsos por
la evaporación y disolución de sedimentos.
“Se trata de chimeneas originadas por el flujo vertical de sedimentos relacionados con fluidos”, señala el geólogo, aunque no se puede saber si el movimiento de estos fue ascendente o descendente. “Son un indicador más de cómo los procesos acuosos afectaron y modelaron la geología superficial de Marte”, concluye.
En la investigación, además del IGEO (UCM-CSIC), han participado el
Centro de Astrobiología (CSIC-INTA), la Universidad de California Santa
Cruz (EEUU), el Laboratorio Nacional Los Álamos (EEUU), el Instituto de
Investigación en Astrofísica y Planetología (Francia), el Centro de
Ciencia Marina y Costera del Pacífico USGS (EEUU), el Instituto Max
Planck para la Investigación del Sistema Solar (Alemania), el Instituto
de Tecnología de California (EEUU), la Universidad de Nantes (Francia),
la Universidad de Nuevo México (EEUU), el Centro Espacial Johnson de la
NASA (EEUU) y la Universidad de Indiana (EEUU).
Universidad Complutense de Madrid
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