La cuenca de Sputnik Planitia, que
constituye el lóbulo izquierdo del “corazón” de Plutón, probablemente se
originó tras el impacto de un cometa contra este planeta enano (como se
ilustra en la imagen).
Al principio se situaría al noroeste de
su ubicación actual, pero luego Sputnik Planitia se fue reorientando a
la posición en la que se observa hoy en día según la cuenca se fue
llenando de hielo volátil.
Las imágenes de Plutón muestran lo que parecen ser glaciares de nitrógeno fluyendo hacia el exterior del terreno montañoso alrededor de Sputnik Planitia, pero en lo que se refiere a ese posible océano bajo la superficie, Nimmo sospecha que está formado principalmente por agua con alguna clase de anticongelante en ella, probablemente amoniaco.
Las imágenes de Plutón muestran lo que parecen ser glaciares de nitrógeno fluyendo hacia el exterior del terreno montañoso alrededor de Sputnik Planitia, pero en lo que se refiere a ese posible océano bajo la superficie, Nimmo sospecha que está formado principalmente por agua con alguna clase de anticongelante en ella, probablemente amoniaco.
Este corte en sección muestra el área de
Sputnik Planitia, representando el azul oscuro un océano subterráneo y
el azul claro la corteza congelada. (Imagen: Pam Engebretson)
Así lo sugieren dos estudios publicados en la revista Nature con datos de la sonda New Horizons de la NASA.
Uno de los artículos, liderado por el
investigador James Keane de la Universidad de Arizona (EE.UU.), propone
que la ubicación actual de Sputnik Planitia fue determinada por la
fuerzas de marea que actúan entre Plutón y su luna Caronte.
Según se fue llenando la cuenca de
hielo, se alteraron esas fuerzas –relacionadas con la gravedad– y
provocaron que se reorientara todo el planeta enano, produciendo una red
de fallas que crearon cañones y montañas.
Por su parte, el trabajo del profesor
Francis Nimmo de la Universidad de California en Santa Cruz (EE.UU.)
coincide en que las fuerzas de marea podrían explicar la situación
actual de Sputnik Planitia, pero indican algo más: que estos procesos
requerirían la existencia de un océano bajo la superficie de Plutón.
Esa lenta recolocación del planeta enano
generó grietas y tensiones en la corteza que apuntan a la existencia de
ese océano subterráneo. Futuros estudios y misiones confirmarán si las
nuevas teorías son ciertas.
Existen otros grandes objetos en el Cinturón de Kuiper que son similares a Plutón en cuanto a tamaño y densidad, y tal como señala Nimmo, es posible que tengan también océanos bajo sus superficies congeladas.
NCYT
Existen otros grandes objetos en el Cinturón de Kuiper que son similares a Plutón en cuanto a tamaño y densidad, y tal como señala Nimmo, es posible que tengan también océanos bajo sus superficies congeladas.
NCYT
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