Unos astrónomos, valiéndose de observaciones hechas en las misiones
Kepler y Swift de la NASA, han descubierto una serie de estrellas que
giran tan rápido sobre sí mismas que se han deformado hasta adoptar la
forma de una calabaza en vez de mantener la de una esfera. Además, estas
estrellas de giro rápido producen rayos X a más de 100 veces el nivel
máximo observado en el Sol. Se cree que esas llamativas estrellas son el
resultado de sistemas binarios (parejas de estrellas) donde los dos
componentes, parecidos al Sol, estaban muy cerca el uno del otro y
acabaron fusionándose en una sola estrella.
La ilustración compara el Sol con la más
extrema “estrella calabaza” encontrada por el Kepler y el Swift. Ambas
estrellas se muestran a la misma escala. KSw 71 es más grande, más fría y
más roja que el Sol y gira sobre sí misma cuatro veces más deprisa.
Esta rotación tan veloz ocasiona que la estrella se achate adoptando la
forma de calabaza, lo que resulta en polos más brillantes y un ecuador
más oscuro. La rotación rápida también implica niveles superiores de
actividad estelar, como manchas, erupciones y protuberancias. (Imagen:
NASA's Goddard Space Flight Center / Francis Reddy)
La investigación la ha realizado el equipo de Steve Howell, del
Centro Ames de Investigación de la NASA en Moffett Field, California,
Estados Unidos.
Las 18 estrellas estudiadas dan una vuelta completa sobre sí mismas
en apenas unos pocos días en promedio, mientras que el Sol necesita casi
un mes. La rápida rotación amplifica en ellas el mismo tipo de
actividad que vemos en este último, como manchas y erupciones solares, y
el resultado es un nivel frenético de actividad en tales fenómenos y
otros relacionados.
El miembro más extremo del grupo, una gigante naranja de tipo K
llamada KSw 71, es más de 10 veces más grande que el Sol, su periodo de
rotación es de solo 5,5 días, y produce una emisión de rayos X 4.000
veces superior a la de nuestra estrella en el máximo solar.
En la investigación también ha trabajado Padi Boyd, del Centro
Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA en Greenbelt, Maryland, Estados
Unidos.
NCYT
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