Cien mil órbitas a la Tierra ha cumplido este año la Estación
Espacial Internacional (ISS), o más específicamente sus elementos más
antiguos, ya que esta estación modular ha ido creciendo y cambiando con
el transcurso de los años.
Esas cien mil órbitas representan más de 4.180 millones de kilómetros
(2.600 millones de millas) recorridos, casi la distancia entre la
Tierra y Neptuno, o 10 viajes de ida y vuelta a Marte.
Su primer componente, el módulo Zarya, de fabricación rusa aunque
financiado por Estados Unidos, fue lanzado el 20 de noviembre de 1998.
Fue construido por la empresa Khrunichev, conocida también por KhSC, en
Moscú, subcontratada por la compañía Boeing para la NASA. La
construcción del módulo Zarya se inició en diciembre de 1994. Fue
posteriormente enviado al cosmódromo de Baikonur, en Kazajstán, para el
inicio de los preparativos del lanzamiento.
Se le envió a una órbita de 220,4 por 339,6 kilómetros por un cohete
Protón de tres etapas. Después de alcanzar la órbita elíptica inicial y
de separarse de la tercera etapa del vector, una serie de órdenes
preprogramadas activaron los sistemas del módulo y desplegaron los
paneles solares y las antenas de comunicaciones.
Pocas semanas después de que alcanzara su órbita, el transbordador
espacial Endeavour unió al Zarya un módulo conector fabricado en Estados
Unidos llamado Nodo-1, o Unity. El Zarya proporcionaría control de
orientación, comunicaciones y energía eléctrica, unido al pasivo Unity,
mientras la estación esperaba el lanzamiento del tercer componente, un
habitáculo proporcionado por Rusia que serviría de núcleo inicial del
complejo, llamado módulo de servicio Zvezda. Este módulo mejoró o
reemplazó muchas de las funciones del Zarya.
A partir de entonces, la estación siguió creciendo y cambiando,
convirtiéndose en el escenario virtualmente permanente de la presencia
humana en el espacio, y alzándose como un magnífico ejemplo de
colaboración internacional en ciencia y tecnología.
NCYT
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