En
2013, los astrónomos descubrieron una estrella de neutrones con un
enorme y poderoso campo magnético junto al agujero negro supermasivo que
está en el centro de la Vía Láctea. Ahora las mediciones con varios
telescopios espaciales han descubierto que esta estrella se enfría mucho
más despacio que otros astros similares, un dato que cambia la
concepción sobre modelos de enfriamiento de estrellas de neutrones y que
tiene repercusiones en la física nuclear, entre otros campos.
El
estudio, llevado a cabo por un equipo internacional de investigadores
con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas
(CSIC), se publica en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
“Este hallazgo desafía los modelos de enfriamiento de estrellas muy magnéticas y puede tener repercusiones sobre nuestro conocimiento de la física nuclear bajo campos magnéticos y gravitacionales muy extremos”, señala Nanda Rea, investigadora del CSIC en el Instituto de Ciencias del Espacio, de Barcelona, y de la Universidad de Ámsterdam, en Holanda.“
La
observación de los magnetars, estrellas de neutrones con grandes y
fuertes campos magnéticos, permite comprender cómo se comporta un cuerpo
con una densidad altísima sometido a un campo magnético de los más
altos que existen”, añade. Los magnetars son los objetos más magnéticos
del universo conocido.
“En este estudio hemos conseguido observar la estrella desde el espacio cada mes y hemos logrado medir cómo se enfría. Y lo que hemos encontrado es que la velocidad de enfriamiento de la estrella es muy, muy lenta comparada con otros magnetars”, explica. Para la medición del magnetar, que es también un púlsar (estrella pulsante), se han empleado los datos recogidos durante un año y medio por un conjunto de telescopios espaciales como el Observatorio Chandra de Rayos-X, de la NASA, y el telescopio XMM-Newton, de la ESA.
El
magnetar hallado en 2013, llamado SGR 1745-2900, es de lejos la
estrella de neutrones más cercana a un agujero negro jamás descubierta.
La razón de por qué este magnetar se enfría más lentamente que astros
similares no está clara: “al principio se pensó que podría ser por
influencia del agujero negro supermasivo, pero hemos podido comprobar
que no es así”, indica Rea.
“Una posibilidad es que en esta estrella particular haya otro mecanismo añadido de calentamiento, como por ejemplo un pequeño haz de campos magnéticos cruzados muy intenso que añade calor a la estrella mediante bombardeos de la corteza con partículas cargadas”, explica la investigadora.
CSIC
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