Se ha determinado que el púlsar PSR J1930-1852, localizado por vez
primera tres años atrás, es, de entre todos los que giran alrededor de
otra estrella de neutrones, el que tiene la órbita más amplia alrededor
de un objeto de este tipo.
El hallazgo lo ha hecho el equipo de Joe Swiggum, de la Universidad
de Virginia Occidental, situada en la ciudad estadounidense de
Morgantown. Swiggum y sus colegas han logrado la detección gracias a
analizar datos de observaciones efectuadas por el radiotelescopio GBT
que la NSF (Fundación Nacional estadounidense de Ciencia) tiene en
Virginia Occidental, Estados Unidos, y que se gestiona a través del
Observatorio Nacional estadounidense de Radioastronomía (NRAO).
Los púlsares son estrellas de neutrones que giran rápidamente, los
restos superdensos de estrellas masivas que han explotado como
supernovas. A medida que el púlsar gira, barre el espacio con chorros de
radioondas que surgen de los polos de su poderoso campo magnético, como
si fueran faros marinos.
Aproximadamente el 10 por ciento de los púlsares conocidos se hallan
en sistemas binarios; la gran mayoría de estos se encuentran orbitando a
viejas estrellas enanas blancas. Solo unos pocos lo hacen alrededor de
otras estrellas de neutrones o estrellas como la que en la actualidad es
nuestro Sol. La razón para esta escasez de sistemas dobles de estrellas
de neutrones, creen los astrónomos, se halla en el proceso por el cual
se forman los púlsares y todas las estrellas de neutrones.
Cuando una estrella masiva se convierte en supernova al final de su
vida normal, la explosión puede estar un poco decantada hacia una
dirección, proporcionando así una “patada” al núcleo estelar que ha
perdurado. Cuando eso ocurre, la estrella de neutrones resultante es
empujada a gran velocidad por el espacio. Estas “patadas”, y la
correspondiente pérdida de masa por una explosión supernova, implican
que hay muy pocas posibilidades de que dos estrellas como esas
permanezcan gravitacionalmente unidas en el mismo sistema.
Algunos púlsares en sistemas dobles de estrellas de neutrones están
tan cerca de su compañero que sus trayectorias orbitales no los alejan
uno de otro a una distancia mayor que la existente entre un extremo y
otro de nuestro Sol, o sea 1 diámetro solar, y completan una órbita
entera en menos de un día. En cambio, J1930-1852 gira alrededor de su
compañera una vez cada 45 días. Su órbita es más de dos veces más grande
que la de los miembros de cualquier otra pareja de estrellas de
neutrones conocida previamente.
NCYT
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