El Instituto de Astrofísica de Canarias y el Museo de la Ciencia y el Cosmos ponen en marcha el "Proyecto Rømer" con motivo del Año Internacional de la Luz 2015
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), en su 68ª Asamblea Anual, proclamó 2015 como el Año Internacional de la Luz, coincidiendo con varios aniversarios de descubrimientos en el área desde hace mil años, como los trabajos de óptica de Ibn Al-Haytham, en 1015, la descripción teórica del efecto fotoeléctrico por Albert Einstein en 1905, o la incorporación de la luz en la cosmología mediante la relatividad general en 1915. Precisamente, la luz es la herramienta fundamental de la Astrofísica. Prácticamente todo lo que se conoce del Universo lo sabemos gracias a ella. Y si hay algo especialmente sorprendente sobre la luz es su velocidad, sólo superada por nuestra imaginación. Por esta razón, el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y el Museo de la Ciencia y el Cosmos (MCC), de Museos de Tenerife, han puesto en marcha el “Proyecto Rømer”, invitando a los participantes que lo deseen a colaborar en la determinación de esa constante universal que abreviamos con la letra “c”.
Con este proyecto se pretende hacer divulgación, tanto en el campo de la astrofísica como en el de la física fundamental, aunando una observación astronómica sencilla con la medida de la velocidad de la luz. Puede participar cualquier persona haciendo observaciones con telescopios ya sean pequeños o profesionales, sabiendo que el astrónomo danés Ole Rømer determinó en 1676, y por primera vez, esta constante universal gracias a esas mismas observaciones.
“El método - explica Alfred Rosenberg, astrofísico y responsable del proyecto por parte del IAC- es sencillo. Consiste en medir el cambio aparente en el período de rotación de Io, uno de los satélites de Júpiter, dependiendo de nuestra distancia a él. Este satélite se comporta como una manecilla de reloj, girando alrededor de Júpiter cada 42,5 horas, aproximadamente. Un observador en la Tierra verá que cuando Io, en su órbita, se introduce en la sombra de Júpiter deja de ser visible para luego volver a aparecer. Pero a la vez, la Tierra se mueve en su órbita alrededor del Sol, por lo que dichas ocultaciones y apariciones se observarán con una diferencia de hasta 2 Unidades Astronómicas (unos 300.000.000 km), es decir, dos veces la distancia Sol-Tierra. Por tanto, conociendo la velocidad de la luz, sabemos que ocurrirán con una diferencia de unos 1.000 segundos entre la observación más cercana (oposición de Júpiter) y la más distante en nuestra órbita alrededor del Sol. A partir de esta curva (atraso y adelanto en la hora del tránsito) y conociendo la distancia Tierra-Io, se puede determinar la velocidad de la luz.”
Las personas que participen deberán registrarse inicialmente con algunos datos de interés (alias, diámetro del telescopio, aumentos utilizados…) y, posteriormente, enviar mediante otro formulario la hora exacta (GPS, si es posible) en que haya observado la reaparición del satélite. El período ideal del proyecto abarca desde el 6 de febrero (oposición de Júpiter) y durante seis meses y medio, aunque se podrá continuar durante el resto del año. El problema –advierte Oswaldo González, astrofísico y responsable de Didáctica del Museo de la Ciencia y el Cosmos- será que Júpiter se observará desde primera hora de la noche durante estos primeros 6 meses y luego sólo de madrugada.”
El proyecto cuenta con una página web con resultados, enlaces de interés, instrucciones para la observación, próximas reapariciones… Además del dato (hora de la observación), las personas que participen podrán enviar fotos, vídeos, etc., que formarán parte de una galería gráfica. Incluso se mantendrá un blog específico del proyecto.
“No se trata tanto de medir la velocidad de la luz “realmente” –subraya Alfred Rosenberg-, sino de hacer sentir la emoción de observar y participar en un proyecto cuyo método, hace 339 años, llevó a Ole Rømer a determinar un valor inimaginable hasta entonces."
Según Oswaldo González, “el proyecto Rømer pretende ser un proyecto de ámbito internacional en el sentido de que se puede participar independientemente de su localización en el planeta. Basta estar atentos a los eventos observables desde cada lugar”. Cualquier contribución, por tanto, será, bienvenida.
IAC
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