Un equipo internacional de astrónomos ha descubierto galaxias elípticas masivas en el Universo cercano que contienen mucho gas frío, a pesar de que estas galaxias no pueden producir nuevas estrellas. Las comparaciones con otros datos sugieren que, mientras que el gas caliente se enfría en estas galaxias, las estrellas no se forman porque el gas es removido y golpeado por los chorros del agujero negro supermasivo que está en su centro.
Según han explicado los autores del trabajo, publicado en 'Royal Astronomical Society', las galaxias elípticas gigantes son el tipo más enigmático que existe en el Universo. Los astrónomos las conocen como 'rojo y muerte' tras descubrir que, misteriosamente, terminaron su actividad de formación estelar y en ella sólo permanecen las más longevas de sus estrellas (que son de masa baja y de color rojizo).
Hasta ahora, se creía que tenían poco gas frío, de ahí su nula creación de estrellas. Sin embargo, los nuevos datos obtenidos con el telescopio espacial Herschel han "desafiado" esta teoría. "Nos fijamos en ocho galaxias elípticas gigantes que nadie había mirado con Herschel antes y nos quedamos encantados de encontrar que, contrariamente a la creencia anterior, seis de cada ocho tienen abundante gas frío", ha explicado el científico principal, Norbert Werner.
El gas frío se manifestó a través de las emisiones de infrarrojo lejano de iones de carbono y átomos de oxígeno. Los expertos han indicado que la sensibilidad de Herschel en estas longitudes de onda fue "fundamental para el descubrimiento".
"Mientras vemos gas frío, no hay ningún signo de formación estelar en curso. Es algo bizarro, con un montón de gas frío a su disposición, ¿por qué estas galaxias no están formando estrellas?", se ha preguntado el coautor Raymond Oonk.
Ante este resultado, los astrónomos procedieron a investigar en su muestra de galaxias todo el espectro electromagnético, ya que el gas a diferentes temperaturas brilla a diferentes longitudes de onda. Así, utilizaron imágenes ópticas para probar que el gas templado --a temperaturas algo mayores que el frío detectado con Herschel y con el Observatorio de rayos X Chandra-- podía aumentar hasta decenas de millones de grados Celsius. "En las seis galaxias ricas en gas frío, según los datos de rayos X, hay signos reveladores de que el gas caliente se está enfriando", ha destacado Werner.
Esto es consistente con las expectativas teóricas: una vez enfriado, el gas caliente se convertiría en el gas templado y frío, el que se observa en longitudes de onda más largas. Sin embargo, en estas galaxias el proceso de enfriamiento paró, de alguna manera, y el gas frío no pudo condensarse y formar estrellas. En las otras dos galaxias de la muestra --las que no contienen gas frío-- el gas caliente no parece estar enfriándose en absoluto, explica el trabajo.
"El comportamiento de estas galaxias pueden tener una explicación común: el agujero negro supermasivo central", ha añadido Oonk. En este sentido, ha explicado que, mientras que las seis galaxias con gas frío los agujeros negros son moderadamente activos en sus centros, los de las otras dos absorben materia a un ritmo frenético.
Según lo confirmado por las observaciones, los chorros de las seis galaxias presentan potentes chorros de partículas de alta energía que podrían tener un efecto de enfriamiento del gas caliente que fluye hacia el centro de las galaxias. Los chorros, a su vez, tienen el potencial para remover el 'embalse' de gas frío de la galaxia, o incluso empujarlo fuera del alcance de ésta, lo que impediría la formación de estrellas.
"Herschel ha detectado algo que nunca se ha visto antes: una cantidad significativa de gas frío en las galaxias 'rojo y muerte' cercanas. En estas galaxias no se forman las estrellas y el culpable parece ser el agujero negro", ha concluido el director del proyecto Herschel de la ESA, Göran Pilbratt.
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europapress
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