Como cabría esperar, las afirmaciones del profesor Chandra Wickramasinghe no fueron tomadas en serio por la comunidad científica.
En resumen, varios especialistas sostuvieron que, aunque el meteorito contenía formas de vida, estos microorganismos llegaron allí cuando la roca espacial se estrelló contra la Tierra.
Aun así, el profesor no quiso renunciar a sus reclamos y publicó un segundo artículo científico según el cual los microfósiles encontrados al analizar el meteorito realmente provienen de un mundo extraterrestre.
Según el Daily Mail, el segundo estudio del profesor Chandra Wickramasinghe sobre este polémico tema también incluye un exhaustivo análisis de la composición química de las muestras tomadas en cuenta en la investigación.
Según las explicaciones del profesor, los bajos niveles de nitrógeno de las muestras demuestran que ningún organismo moderno tuvo la posibilidad de contaminar los fragmentos de la roca investigada.
Por lo tanto, este segundo estudio supuestamente trae "pruebas claras y convincentes de que estos restos obviamente antiguos de algas marinas incrustadas en el meteorito de Polonnaruwa pertenecen a la piedra y no son unos contaminantes microbianos".
Por otro lado, Phil Plait, la autora del blog Slate's Bad Astronomy declaró lo siguiente:
"He leído el documento y es más o menos similar al primero. De alguna manera es incluso más inestable; ofrece un montón de datos técnicos que dan un pelín de credibilidad al trabajo, pero al profundizar en la lectura te das cuenta de que no se hicieron muchos ensayos críticos necesarios para establecer la veracidad de estas afirmaciones".
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