Nos hemos acostumbrado a los lanzamientos de cohetes, un acontecimiento en el que quizás no hay que olvidar que ponemos centenares de toneladas en el espacio en minutos.
Los cohetes modernos fueron inventados a principios del siglo XX, aunque las bases físicas que rigen su movimiento fueron descritas tiempo antes por Newton, entre otros.
Junto a la maqueta de un transbordador en Cosmocaixa, el museo de la ciencia de la Obra Social La Caixa en Alcobendas, el catedrático Antonio Ruiz de Elvira explica que cuando andamos nos movemos porque empujamos al suelo en la pisada y el suelo nos empuja a nosotros hacia adelante.
Pero, ¿cómo puede avanzar un cohete si en el espacio exterior no hay nada contra lo que empujar?
En la naturaleza se cumple que un cuerpo parado no puede moverse si sobre él no actúa ninguna fuerza desde su exterior. En la estación espacial, cuando los astronautas salen a reparar algo, lanzan pequeños chorros de gas en un sentido de una dirección, y se mueven en sentido contrario.
Nosotros utilizamos esta primera ley de Newton para mover nuestros cohetes y aviones a reacción. Pero los animales también lo hacen. Una contracción brusca de la bolsa de la tinta del calamar lanza este producto hacia adelante, y el calamar se mueve hacia atrás a alta velocidad.
Los cohetes modernos fueron inventados a principios del siglo XX, aunque las bases físicas que rigen su movimiento fueron descritas tiempo antes por Newton, entre otros.
Junto a la maqueta de un transbordador en Cosmocaixa, el museo de la ciencia de la Obra Social La Caixa en Alcobendas, el catedrático Antonio Ruiz de Elvira explica que cuando andamos nos movemos porque empujamos al suelo en la pisada y el suelo nos empuja a nosotros hacia adelante.
Pero, ¿cómo puede avanzar un cohete si en el espacio exterior no hay nada contra lo que empujar?
En la naturaleza se cumple que un cuerpo parado no puede moverse si sobre él no actúa ninguna fuerza desde su exterior. En la estación espacial, cuando los astronautas salen a reparar algo, lanzan pequeños chorros de gas en un sentido de una dirección, y se mueven en sentido contrario.
Nosotros utilizamos esta primera ley de Newton para mover nuestros cohetes y aviones a reacción. Pero los animales también lo hacen. Una contracción brusca de la bolsa de la tinta del calamar lanza este producto hacia adelante, y el calamar se mueve hacia atrás a alta velocidad.
ELMUNDO.es
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