La nave erró en alcanzar la órbita prevista y giró sobre su eje hacia un órbita equivocada.
Los restos del carguero espacial no tripulado Progress M-27M, que orbita fuera de control, probablemente caerán al Atlántico el 9 de mayo, por lo que no suponen un peligro para la población, según los nuevos cálculos realizados por expertos de Estados Unidos y Rusia citados por medios moscovitas.
Si la nave rusa, que pesa más de siete toneladas, mantiene su
trayectoria actual, según está previsto, la mayor parte de la nave se
desintegrará dentro de un par de días en la atmósfera terrestre,
aseguraron los expertos.
Sin embargo, los componentes de titanio y acero inoxidable no se
fundirán y caerán al Atlántico el próximo sábado hacia las 19:30 hora
española, a unos 1.600 kilómetros al este de Cuba, según los cálculos de
los expertos. No obstante, Progress gira fuertemente sobre su propio eje, por lo que no está descartado que cambie su trayectoria.
El nave fue lanzada el pasado martes desde
la estación espacial de Baikonur, en Kazajstán, impulsada por un
portacohetes Soyuz y cargada con 2,4 toneladas de provisiones destinadas
a la Estación Espacial Internacional (ISS).
Sin embargo, la nave erró en alcanzar la órbita prevista. Como
consecuencia, la nave viró sobre su eje hacia un órbita equivocada y no
se logró estabilizarla con ayuda de señales de radio, por lo que su
caída incontrolada es inevitable.
Según la agencia espacial rusa Roskosmos, la ISS cuenta por el
momento con suficientes víveres y material técnico. En la estación
espacial, que orbita a unos 400 kilómetros sobre la Tierra, trabajan
actualmente seis astronautas. Está previsto que tres de ellos regresen a
la Tierra a mediados de mayo.
ELMUNDO
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