Los científicos llevan mucho tiempo preguntándose si en las áridas
zonas ecuatoriales de Marte, como el cráter Gale por donde se mueve el rover
Curiosity, es posible que exista agua líquida, aunque sea de forma
transitoria. Hasta ahora se pensaba que esto solo podría ocurrir en
latitudes más altas, menos secas, pero un nuevo estudio basado en los
datos de la estación ambiental REMS –de fabricación española– ha
encontrado evidencias de lo contrario.
Un estudio dirigido por el
investigador Javier Martín-Torres, del Instituto Andaluz de Ciencias de
la Tierra (CSIC-Universidad de Granada), y publicado en Nature Geoscience
muestra que las condiciones ambientales medidas en Gale son favorables
para la formación de agua líquida transitoria en forma de salmueras,
concretamente en los primeros 5 cm del suelo y, sobre todo, durante las
noches del invierno marciano.
Los percloratos, una sales omnipresentes en la superficie
marciana, tienen la capacidad de absorber vapor de agua ambiental para
formar las salmueras
Detrás de este fenómeno están los percloratos, sales omnipresentes en
la superficie marciana con la capacidad de absorber vapor de agua
ambiental para formar soluciones acuosas salinas o salmueras. El
fenómeno se conoce como delicuescencia, y se pensaba que solo ocurría
durante la primavera marciana –con más picos de vapor de agua
atmosférica– y lejos de las latitudes bajas.
Ahora, Curiosity, por
medio del instrumento REMS, ha logrado el primer registro de la humedad
relativa cerca de la superficie en un periodo que abarca todo un año
marciano (687 días terrestres). También se han utilizado los datos del
instrumento DAN para conocer la hidratación del subsuelo, y de SAM para
medir el vapor de agua en la atmósfera.
Los resultados revelan
que en el área de estudio, un cráter de impacto localizado ligeramente
hacia el norte del ecuador marciano y que pudo ser un lago en el pasado,
se produce actualmente un ciclo diario de intercambio de agua entre el
suelo y la atmósfera, y que las condiciones son perfectamente
compatibles para la formación de salmueras.
Según el estudio, las
salmueras líquida se pueden formar y permanecer estables dentro de los 5
cm superiores del suelo desde el atardecer hasta el amanecer durante el
invierno, y por períodos más cortos en el resto de las estaciones. Por
debajo de 15 cm de profundidad, los percloratos se quedarían en un
permanente estado de hidratación todo el año, pero no en fase líquida.
“MSL –la misión de la que forma parte Curiosity– no está diseñada para la detección directa de salmueras líquidas, como tampoco lo está para detectar la vida, sino para evaluar las condiciones de habitabilidad”, aclara Martín-Torres a Sinc. “La transición de las sales del suelo desde los estados hidratados o congeladas hacia pequeñas gotas de líquido sólo podría medirse directamente por los cambios de conductividad eléctrica o cambios colorimétricos de esas gotitas saladas dentro del suelo.Este tipo de ciencia de contacto requiere una sonda de subsuelo y unos instrumentos que no tiene la plataforma de MSL”.
El
investigador también destaca otras implicaciones importantes del
estudio. Por un lado, en cuanto a la evaluación del potencial de
habitabilidad de la cuenca del Gale –uno de los objetivos centrales de
la misión–, la presencia de agua líquida es “extremadamente relevante”,
dado que el agua es un requisito esencial de la vida.
El rápido deterioro de las ruedas de Curiosity puede estar relacionado con la presencia de estas soluciones salinas
Aunque las condiciones en la superficie marciana son bastante
inhóspitas –por la fuerte radiación y los valores medios de temperatura
que no permitirían ningún proceso metabólico conocido–, a pocos
centímetros por debajo no son tan duras, por lo que podría ser un
posible refugio para la vida, indígena o traído desde la Tierra.
“En este sentido se impone una amplia revisión de las medidas de protección planetaria establecidas hasta el momento”, reconoce Martín-Torres .
Por otra parte, el trabajo ofrece pistas para explicar un fenómeno llamado Recurrent Slope Linneade
(RSL), deslizamientos de materiales sueltos depositados en pendientes,
probablemente causados por la evaporación de las salmueras formadas
previamente en el regolito o suelo marciano.
Otro hecho que
también podría explicarse por medio de la formación de estas salmueras
es el rápido deterioro sufrido por las ruedas del rover, ya que
han estado en contacto con las soluciones corrosivas de percloratos en
agua todas las noches desde su llegada al planeta rojo.
Algunas
fotografías muestran pequeñas ‘esférulas’ en las ruedas por la corrosión
del aluminio, que podría haber causado el debilitamiento del material y
un mayor daño contra las afiladas rocas que se ha encontrado el rover en su travesía.
SINC
No hay comentarios