El centro de nuestra galaxia constituye un entorno extremo, y no solo
por Sagitario A*, el agujero negro supermasivo central, sino también
porque la densidad de estrellas en la región central puede alcanzar los
diez millones de veces la de la vecindad solar. Un grupo internacional
de astrónomos, en el que participa el Instituto de Astrofísica de
Andalucía (IAA-CSIC) (España), ha presentado sus resultados sobre un
extraño grupo de objetos que parecen hallarse a mitad de camino entre
las estrellas y las nubes de gas.
Imágenes del objeto G1 (señalado con la
flecha amarilla), que muestran su movimiento en torno al agujero negro
supermasivo (marcado con una x). (Foto: IAA)
"Comenzamos este proyecto pensando que si analizábamos cuidadosamente la complicada estructura de gas y polvo cerca del agujero negro supermasivo de la Vía Láctea podríamos detectar algunos cambios sutiles en su forma y la velocidad. Para nuestra sorpresa, detectamos varios objetos que tienen movimientos y características muy distintos, que los ubican en la clase de objetos G, u objetos estelares polvorientos", indica Anna Ciurlo, investigadora de la Universidad de California (UCLA) que encabeza el proyecto.
Estos tres nuevos objetos -denominados G3, G4 y G5-, que se mueven
extremadamente rápido y cerca del agujero negro, resultan interesantes
porque se parecen a G1 y G2, hallados respectivamente en 2004 y 2012.
"Se pensó que G1 y G2 eran nubes de gas hasta que tuvieron su máxima
aproximación al agujero negro y, contra todo pronóstico, no fueron
destruidos. Por esta razón se concluyó, en trabajos anteriores, que
eran estrellas recubiertas de densas envolturas de gas y polvo", apunta
Rainer Schödel, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía
(IAA-CSIC) que participa en el proyecto.
Se cree que estos objetos G constituyen estrellas "hinchadas", o
estrellas que, debido a las fuerzas de marea del agujero negro, liberan
materia de sus atmósferas pero que conservan un núcleo estelar intacto.
"La pregunta es, entonces, ¿por qué son tan grandes?", cuestiona Anna
Ciurlo (UCLA).
El grupo de investigadores cree que estos objetos G son el resultado de fusiones estelares, donde dos estrellas que giran alrededor de un centro común (conocidas como estrellas binarias) chocan y se fusionan debido a la influencia gravitatoria de Sagitario A*. A raíz de ello, el objeto resultante se hallaría "inflado" durante un largo periodo de tiempo, de hasta un millón de años, antes de establecerse y adquirir el aspecto de una estrella normal.
Los astrónomos seguirán la evolución dinámica de estos objetos, y
prestarán especial atención durante su máximo acercamiento al agujero
negro supermasivo, que desvelará su naturaleza de manera definitiva.
"Este hallazgo muestra que, a pesar de décadas de estudio, el entorno
del agujero negro supermasivo del centro de la Vía Láctea puede seguir
sorprendiéndonos", concluye Schödel (IAA-CSIC).
Esta investigación es fruto de una colaboración entre Randy Campbell
(W. M. Keck Observatory), Anna Ciurlo, Mark Morris y Andrea Ghez (Grupo
del Centro Galáctico de la Universidad de California, UCLA) y Rainer
Schödel (Instituto de Astrofísica de Andalucía, IAA-CSIC).
IAA
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