Una clase peculiar de meteoritos ha ofrecido a unos científicos
nuevas pistas sobre cuándo adoptó Júpiter su actual forma y se desplazó
por el sistema solar hasta llegar a su órbita actual.
Los cóndrulos encontrados en la
condritas CB se formaron debido a colisiones ultraveloces, probablemente
provocadas por la presencia cercana de Júpiter. (Imagen: Alexander
Krot, University of Hawaii at Manoa)
Los astrónomos han especulado durante años que Júpiter probablemente
no estuvo siempre en su órbita actual, a unas cinco unidades
astronómicas del Sol (una unidad astronómica es la distancia media entre
la Tierra y el Sol). El tamaño de Marte es uno de los indicios de que
Júpiter se formó en una zona orbital distinta de la que ocupa ahora.
Marte es mucho más pequeño que lo que predicen los modelos de acreción
planetaria. Una explicación para esto es que en un pasado lejano Júpiter
orbitó mucho más cerca del Sol que ahora. Durante aquella época, habría
atrapado buena parte del material necesario para crear un Marte de
mayor tamaño.
Aunque la mayoría de los científicos están de acuerdo en que los
planetas gigantes emigran en muchos casos, el calendario de la formación
y migración de Júpiter ha continuado siendo un misterio. Aquí es donde
entran en escena los meteoritos.
Los meteoritos conocidos como condritas CB fueron formados cuando
ciertos objetos en el sistema solar arcaico, muy probablemente en el
actual cinturón de asteroides, chocaron entre sí a una velocidad enorme.
En el nuevo estudio, el equipo de Brandon Johnson, de la Universidad
Brown en Providence, Rhode Island, Estados Unidos, utilizó simulaciones
informáticas para mostrar que la inmensa gravedad de Júpiter habría
proporcionado las condiciones adecuadas para que esos impactos
sucedieran a hipervelocidad. Ello sugiere a su vez que Júpiter estaba
próximo a su actual tamaño y situado en algún punto muy cercano al
cinturón de asteroides cuando se formaron los cóndrulos, lo cual ocurrió
unos 5 millones de años después de la formación de los primeros objetos
sólidos del sistema solar.
NCYT
No hay comentarios