Las mejores anécdotas de la ciencia, los hechos curiosos se
presentan en muchas partes, hasta el estudio más serio e incluso más antiguo
puede contener algún aspecto divertido que oxigena un poco los acontecimientos
y que definitivamente valen la pena mencionar.
Aqui os dejo unas pocas anecdotas mas:
Para Marie Curie la fama era un aspecto secundario.Siempre que podía intentaba evitar la carga de ser popular. Tanto es así que durante mucho tiempo cuando un desconocido se acercaba a ella y le preguntaba "¿Usted no es Madame Curie?" ella le respondía en tono natural "No, lo siento, se equivoca".
Aqui os dejo unas pocas anecdotas mas:
1.
La carga de la
fama
Para Marie Curie la fama era un aspecto secundario.Siempre que podía intentaba evitar la carga de ser popular. Tanto es así que durante mucho tiempo cuando un desconocido se acercaba a ella y le preguntaba "¿Usted no es Madame Curie?" ella le respondía en tono natural "No, lo siento, se equivoca".
Y no importaba la categoría del
admirador. En una ocasión el matrimonio Curie se encontraba cenando en el
palacio del Elíseo. En el transcurso de la cena una mujer se acercó a Marie Curie
y le dijo:
-"¿Le gustaría que le presentara al rey de Grecia"? y Curie le respondió educada y sincéramente:
-"No veo la utilidad de ello"
Al ver la cara de estupefacción
de la señora se dio cuenta que ni si quiera había reconocido que era Madame Loubet,
la esposa del presidente. Entonces recapacitó y añadió:
-"..Bueno, pero naturalmente si a ustéd le place..."
En una ocasión enviaron a un
periodista a entrevistar a Marie Curie. La encontró en su cabaña de pesca,
sentada en la puerta limpiando sus sandalias. Curie no mostró ningún interés
por la entrevista, contestando con frases cortas todo el rato. No obstante ante
aquella escena de "intimidad" el periodista intentó aprovechar el
momento para obtener alguna confidencia de la vida de Curie, sobre su
juventud, forma de trabajo... Pero Curie
terminó la entrevista con una frase que se convertiría en uno de sus lemas y
que dice mucho de su forma de ver las cosas: "En ciencia debemos
interesarnos en las cosas, no en las personas."
Una de las historias de mala
suerte más terribles en la historia de la ciencia se debe al Astrónomo francés
Guillaume Le Gentil.
Guillaume Joseph Hyacinthe
Jean-Baptiste Le Gentil de la Galaisière nace en Coutances, Francia, el 12 de septiembre de 1725,
falleciendo en Paris el 22 de octubre de 1792. Fue un astrónomo cuyo nombre es recordado por la mala suerte que tuvo en cuanto a sus tentativas
infructuosas de observar el tránsito de Venus en 1761 y 1769, fenómeno
astronómico poco frecuente, y que permite determinar con bastante precisión la
distancia Tierra- Guillaume Joseph Hyacinthe Jean-Baptiste Le Gentil de la
Galaisière se llamaba el señor. Con ese nombre tan complicado no podía
sucederle nada bueno.
Este personaje pensó en ingresar
en una orden religiosa, pero finalmente se dedicó a la astronomía.
Le Gentil descubrió lo que en
nuestros días se conocen como objetos de Messier M32, M36, y M38, así como la
nebulosidad en M8, habiendo sido el primero en catalogar esta nebulosa de la
constelación del Cisne, a veces llamada Le Gentil 3. Sin embargo, hoy día es
sobre todo conocido y recordado4 por su infortunio cuando se dispuso a observar
el Tránsito de Venus en 1761, en Pondichery, un dominio francés en India.
Una de las principales preocupaciones
de los astrónomos de la época (segunda mitad del siglo XVIII) era determinar la
distancia entre la tierra y el sol. Para ello recurrieron a observaciones del
tránsito de Venus por el Sol, realizados desde distintos lugares de la Tierra.
Edmond Halley fue el promotor de la idea y organizó un proyecto a nivel
internacional en el que más de una centena de astrónomos iban a colaborar
mediante sus mediciones del tránsito de Venus. El tránsito de venus se da en
pares separados cada 8 años pero el problema era que entre par y par de
tránsitos pasa más de un siglo. Le Gentil fue uno de estos astrónomos que
participó en el proyecto y para ello decidió trasladarse a la isla de
Pondicherry (Puduchery) que era colonia francesa de la India ya que pensaba que
era un lugar ideal para observar.
Parte de Francia en Marzo de 1760
y llega a Isla Mauricio en Julio, no sin antes luchar contra una peste y una
invasión de ratas por el camino. En Mauricio se entera que ha estallado la
guerra entre Francia e Inglaterra y piensa que intentar alcanzar Pondicherry
directamente es peligroso, así que planea un rodeo embarcándose hacia la costa
Coromandel en la India para luego ir desde allí a Pondicherry. Esto sucede en
Marzo de 1761. Sin embargo cuando está a punto de llegar se entera que
Pondicherry ha sido tomada por los británicos y la fragata regresa para
Mauricio. Así pues el día del tránsito (6 de Junio de 1761) llegó y pilla a Le
Gentil en plena travesía, por lo que no puede tomar ninguna medición ya que le
es imposible hacerla en un barco bamboleante.
Ya que había llegado tan lejos Le
Gentil decide quedarse y esperar el siguiente tránsito, que ocurriría en 8
años. Sería su última oportunidad pues el siguiente no ocurriría en menos de un
siglo.
Mientras esperaba Le Gentil pasa
tiempo cartografiando la costa de Madagascar. Entonces decide que el siguiente
tránsito lo observará desde Manila. Sin embargo allí sufre la incomprensión de
las autoridades españolas y es forzado a regresar a Pondicherry, que había sido
recuperado por Francia en 1763 en virtud de un tratado de paz. Llega a
Pondicherry en Marzo de 1768 y allí construye un pequeño observatorio y espera
pacientemente a que llegue el día del tránsito, el 4 de Junio de 1769. Llega la
víspera con un tiempo excepcional que preludia una magnífica observación, pero
desafortunadamente al día siguiente hay tormenta y Le Gentil no puede observar
absolutamente nada.
Nueve años de su vida
malgastados. Presa de la desesperación Le Gentil se vuelve loco, llega incluso
a quemar su pequeño observatorio, pero al final recupera la cordura y toma la
determinación de regresar a Francia.
Desconsolado se embarca para
Francia, pero no será un viaje fácil. Durante el trayecto se declara una
epidemia de disentería en el barco, lo cual retrasa su llegada a Francia. Por
si fuera poco una tremenda tormenta azota el barco y Le Gentil acaba saliendo
por la borda y acaba en la isla de Rèunión. Allí no le quedó más remedio que
esperar hasta que por fin un barco español pudo llevarlo hasta Francia. Llegó en
Octubre de 1771.
Al fin en casa los problemas para
Le Gentil estaban lejos de acabar. Tras su larga ausencia había sido dado por
muerto de forma oficial, su mujer se había vuelto a casar con un amigo de la
juventud, su puesto en la Real Academia de Ciencias se le había dado a otra
persona, y encima le salieron multitud de herederos que esquilmaron
completamente su patrimonio dejándole sin blanca.
Tras un largo litigio y la
intervención del Rey pudo recuperar su puesto en la Real Academia de Ciencias y
se volvió a casar con una joven de una familia que conocía de larga data, y con
ella tuvo una niña, viviendo en familia una veintena de años, alojado en el
propio Observatorio Real de París.
Josiah Willard Gibbs (1839-1903)
químico, físico y matemático estadounidense.Fue profesor en la universidad de Yale, y hoy en día todos
reconocen la genialidad de este científico cuyas aportaciones a la
termodinámica fueron determinantes. Gibbs además fue uno de los pioneros junto
con Heavyside en la introducción del cálculo vectorial.
No obstante en Yale lo consideraban poco más que un paria.
Para empezar cuando le dieron el trabajo de profesor en el contrato inicial
figuraba una cláusula que decía "Sin salario". No fue hasta que la
universidad Johns Hopkins le ofreció un puesto con un salario bastante
atractivo hasta que Yale reaccionó y le ofreció a Gibbs un salario de tan solo
dos tercios de lo que ofreciá la Johns Hopkins. Un colega persuadió a Gibbs
para que se quedase en Yale y Gibbs así lo hizo.
Pero eso no cambió la forma en que Yale subestimaba a Gibbs.
Por ejemplo una vez durante una visita del Rector de Yale a la universidad de
Cambridge éste le pregunto al famoso
James Clerk Maxwell si le podía dar alguna indicación sobre que científico
promocionar en Yale. Maxwell no se lo pensó dos veces y le dijo:
-"Por supuesto a Gibbs". El rector pensó que se refería a un tal Alan Gibbs, un tipo de la universidad que al parecer estaba mejor considerado socialmente, así que le respondió:
-"Supongo que se refiere a Alan Gibbs"
-"No, no, me refiero a Willard Gibbs" le respondió Maxwell. La reacción del Rector fue de sorpresa.
-"¿Cómo? ¿Willard Gibbs? Pero si ese es un Don Nadie. Sólo pasa el tiempo en su despacho escribiendo..."
Gibbs tampoco era muy reconocido
en su país, pero afortunadamente fuera de Estados Unidos la comunidad
científica lo tenía en gran estima. Sobre todo en Alemania. Incluso Walther
Nernst llegó a pagar para un monumento de marmol en honor a Gibbs y eso que
jamás llegó a conocerlo en persona.
El trabajo de Gibbs y el tratado que
publicó eran motivo suficiente para dicha admiración.
Niels Henrik David Bohr nació en Copenhague
el 7 de octubre de 1885 falleciendo el 18 de noviembre de 1962) fue un físico
danés que realizó contribuciones fundamentales para la comprensión de la
estructura del átomo y la mecánica cuántica.
Bohr desarrolló un curioso
sistema para zafarse de preguntas difíciles en los coloquios. Lo hacia de la siguiente manera:
· Cuando se sentía arrinconado por alguien, sacaba
su caja de cerillas con el pretexto de volver a encender su pipa y
"accidentalmente" dejaba caer todas las cerillas al suelo. Tras
tomarse su tiempo en recoger todo el contenido, continuaba con su exposición
sin que nadie (y menos aún el que había preguntado) pudiera recordar si tenía
lo que decía algo que ver o no con la pregunta realizada.
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