Astrónomos han detectado la segunda galaxia formadora de estrellas más distante jamás encontrada en el Universo. Descubierta gracias al Gran Telescopio Milimétrico (LMT), situado en la cima de un gran volcán extinto de Puebla, México, esta galaxia polvorienta nació hace 12.800 millones de años, cuando el Cosmos todavía era una tierna criatura en sus comienzos.
«El Big Bang ocurrió hace 13.700 millones de años, por lo que (la galaxia observada) se estaba formando dentro de los primeros mil millones de años después del Big Bang», señala Min Yun, científico de la Universidad de Massachusetts Amherst. Ver un objeto dentro de los primeros mil millones de años es notable porque el Universo estaba completamente ionizado, es decir, hacía demasiado calor y era demasiado uniforme para formar algo, durante los primeros 400 millones de años. Por ese motivo, los astrónomos creen que las primeras estrellas y galaxias y todos los agujeros negros se formaron dentro de los primeros 500 millones a mil millones de años. «Este nuevo objeto está muy cerca de ser una de las primeras galaxias en formarse», afirma Yun.
«Bestia mítica»
Para el investigador, «este resultado no es una sorpresa, pero estamos muy emocionados. Estos objetos tan distantes son una clase de bestias míticas en astrofísica. Siempre supimos que había algunos allá afuera que son enormemente grandes y brillantes, pero son invisibles en el espectro de luz visible porque están muy oscurecidos por las gruesas nubes de polvo que rodean a sus jóvenes estrellas». Paradójicamente, las galaxias formadoras de estrellas más prolíficas, y por lo tanto las más luminosas, también son las más difíciles de estudiar usando telescopios ópticos tradicionales como el espacial Hubble, porque también son las más oscurecidas por el polvo.
El nuevo objeto fue detectado por primera vez por los astrónomos utilizando el telescopio espacial Herschel, pero como el objeto está tan lejos las imágenes eran borrosas. El telescopio mexicano midió el desplazamiento al rojo del objeto, que es una medida de la velocidad de expansión del Universo y nos dice lo lejos que está, con una longitud de onda milimétrica, en la que una de las líneas espectrales más comunes y fáciles de detectar es la del monóxido de carbono (CO). De esta forma observaron un gran desplazamiento al rojo, que confirmaron astrónomos en el Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica con observaciones adicionales del telescopio Smithsonian Submillimeter Array en Mauna Kea, Hawái. Esto permitió a los investigadores crear una imagen más detallada del nuevo objeto, denominado G09 83808, y confirmar su distancia.
Lente gravitacional
Además, un fenómeno llamado lente gravitacional, que magnifica la luz que pasa cerca de objetos masivos como lo predice la teoría de la relatividad general de Einstein, entró en juego en este estudio. Una gran galaxia entre los observadores en la Tierra y el objeto G09 83808 actuó como una lupa gigante y la hizo ver alrededor de diez veces más brillante y más cercana de lo que es.
El LMT comenzó a recoger su primera luz en 2011 como un radiotelescopio de 32 metros de longitud de onda milimétrica. Desde entonces, ha alcanzado su diámetro total de 50 metros. Cuando entre en pleno funcionamiento este invierno, será el instrumento de apertura única más grande y sensible de su tipo en el mundo, y se espera que esté a la vanguardia de los nuevos descubrimientos sobre los objetos más antiguos y más distantes del Universo.
Yun cree que el LMT permitirá «encontrar cosas realmente, realmente débiles (..) Es posible que haya un montón de ellas y no hayamos podido verlas, pero con el LMT tenemos el poder hacerlo. Quizás comiencen a aparecer», dice Yun.
ABC
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